Escritoras cuya accion se ve reflejada en la actualidad


La sociedad de las autoras que vamos a tratar a continuación, es decir nuestra sociedad, se caracteriza por la “libre elección”. Como citamos al comienzo la censura, no es precisamente directa o legislada, esta se impone en el “modo de vida”.
Hoy en día, las mujeres no son privadas de acceder a la educación, y supuestamente no existen trabas para que las mismas accedan a puestos de jerarquia en diferentes empresas y organismos (aunque la realidad muchas veces nos brinda ejemplos para dudar de dicha igualdad). Pero conjuntamente con estas nuevas libertades que les fueron otorgadas, las mujeres( en su mayoría) no se han desligado del espacio dómestico, lugar que siempre les fue encomendado.
El género femenino además de encontrarse bajo las mismas exigencias que sus compañeros del género opuesto, cuentan con una doble carga. Además de tener que realizar las mismas tareas que ellos, tienen que demostrar, en cierta manera, que la igualdad que se le ha concedido, no ha sido en vano. Por último como si fuera poco la sociedad cuenta con un ideal de belleza, que termina siendo en muchos casos un factor de presión muy grandes para ellas, para nosotras. Si bien, se podría decir, que todo lo anteriormente dicho es en realidad bastante relativo ya que no todas las personas, ni en todos los ámbitos, se tiene dicha concepción de la mujer...es evidente que si nos tomamos el trabajo de revisar el ámbito, de los medios de comunicación, podemos notar que en muchos de estos el discurso que predomina es en cierta menera sexista. La mujer, pero no solo desde la mirada masculina, sino también desde la propia y la de sus pares, considera que debe además de cumplir con sus tareas cotidianas, debe ser una mujer perfecta. Las revistas dedicadas a ellas (a nostras), nos dan consejos para ser buenas novias, amantes o esposas. Para ser buenas madres y a la vez ser exitosas ejecutivas. Y en especial ser todo lo que enumeramos antes, sin descuidar nuestra femeinidad, debiendo simpre estar en forma, esbeltas y bellas. Nuestra generación se encuentra atravezada, entre muchos otros factores, por un concepto de belleza que nos exige y hasta cierto punto determina. Las obras que seleccionamos, tanto la de Beatriz Sarlo, como la de de Maitena, dan cuenta de la presión que todo lo enunciado genera. Pero no solo de manera exterior a las mujeres , ya que dicho ideal se ha internalizado y naturalizado de una manera que en muchos casos lo vuelve imperceptible.


Beatriz Sarlo

Es profesora de literatura argentina en la facultad de Filosofia y Letras de la Universidad de Buenos Aires y cuenta en su currículum con numerosos cursos dictados en el exterior. Algunas de sus obras son: El imperio de los sentimientos (1985), Una modernidad periférica (1988), La imaginación técnica, sueños modernos de la cultura argentina (1992), Borges, a writer on the Edge (1993), Martín Fierro y su crítica (1994), Escenas de la vida posmoderna; Intelectuales, arte y videocultura (1994), entre otras.

Su trabajo ha estado avocado principalmente al estudio de la literatura popular sentimental, historia del periodismo y de los medios de comunicación, cine y cultura de masas en relación con la producción artística, con un enfoque dirigido a al rol de los intelectuales.

Para indagar sobre la imagen que Sarlo elabora (o que extrae de la realidad) en lo referido a la representación de la mujer, tomaremos fragmentos del libro"Ensayos de la vida posmoderna”(Sarlo, 2004). La elección de ésta obra en particular nos pareció muy atractiva, ya que en ella no sólo hayamos presente la imagen de la mujer, sino que también se explaya sobre la caracterización de una sociedad en la cual si bien hay “una libre elección” no siempre ésta es utilizada.

Para comenzar definiremos lo que la posmodernidad significa para la autora en cuestión. La sociedad posmoderna se construye sobre la contradicción de la reproducción clónica de necesidades con la fantasía de que satisfacerlas es un acto de libertad y de diferenciación. Si bien destaca que todas las sociedades se han caracterizado por la reproducción de deseos, mitos y conductas (porque de ellas depende la continuidad), esta sociedad lo lleva a cabo con la idea de que esa reproducción pautada es un ejercicio de la autonomía de los sujetos. Para ella la homogeneización cultural en estos tiempos recae sobre las consignas de la libertad de elección.

Si bien la totalidad de la obra no trata sobre la representación femenina en ciertos fragmentos se puede observar la construcción que realiza de las mujeres e este tipo de sociedades. A modo de ejemplo tomaremos el apartado segundo "Mercado”, del primer capítulo. Éste consiste en la descripción sobre una disputa familiar: el conflicto es el regalo de quince que tendrá la hija del matrimonio. La hija reclama una operación para agrandarse el busto (primer dato: la importancia del aspecto físico como centro de una problemática, no sólo femenina sino también en una franja etarea que no acostumbraba desde tan temprano a caer este tipo de preocupaciones, y que tampoco se encontraba con la posibilidad de presentar dichas “exigencias”). En un momento la chica ante la negativa del padre (negativa que se basa en el costo de la operación pero no en lo que la operación consiste y lo significa en sí misma), la hija alega de que el que no accedan a su pedido va a ser un motivo de exclusión social, lo que redundaría en que luego va a tener que gastar en terapia, y lo más llamativo que expresa es que sin la operación , no va a poder trabajar de nada cuando sea grande ( segundo dato: la estética corporal como “valor”, como “fuente de trabajo” y como “acceso al mundo”). A continuación se introduce la voz de la madre en la escena, comienza la enumeración por parte de la hija de todas las operaciones de la madre en el transcurso de los últimos años (tercer dato: miedo al paso del tiempo, ocaso de la juventud y pérdida de la belleza como un riesgo).




Maitena

En la medida en que el ser humano es capaz de reírse de sus pequeñas tragedias cotidianas y no tomarse la vida tan en serio, recibe en retribución una suerte de medicina que lo ayuda a seguir adelante, a poder asumir lo nuevo que traiga la realidad.
Sea cual sea la razón, la verdad sazonada con el humor parece mas letal que la verdad cruda, puesto que este elemento (el humor) logra el milagro de que bajemos nuestras defensas, las corazas y nos hace pensar o por lo menos tomar en cuanta cosas que ya sea por fuerza o necesidad no estamos dispuestos a admitir, en el caso de las tiras cómicas de Maitena, la búsqueda de encontrar en lo cotidiano, un motivo para reír y también para pensar.

Entrenada, quizás, por sus primeros trabajos en los que desarrollaba series de comics eróticos, logro desarrollar lo que ella misma denomina un lado masculino fuerte, en el que por lo visto basa mucho de su éxito, ella es fuerte y al momento de desarrollar su trabajo, tiene los pantalones bien puestos y se la “banca”, elemento que la a ayudado a ir creciendo cada vez mas, desde sus inicios en su juventud como madre a los 17 de su primera hija y otro a los 20, se le impuso la necesidad de hacer algo, pero ¿Qué?.

La realidad tiene como siempre muchas lecturas, la virtud de Maitena consiste justamente en lograr, según palabras de la autora, contar lo cotidiano, hablando de mujeres a partir de si misma, en ese sentido, nunca tuvo la sensación de autocensura, desnudando la fragilidad de su propia vida cotidiana, dejando claro que todo lo que cuenta tiene que ver con lo que a ella le pasa, pues no hay tema del que ella conozca sobre el que no haya realizado alguna tira, exceptuando algunos de los cuales no le nace hablar, como el aborto o los desaparecidos por ejemplo.

En la medida en que fue desarrollando su trabajo y después de verse obligada a hacer muchos trabajos, por la necesidad económica, logró encontrar una veta creativa que la lleva a explorar sus posibilidades, encontrando cada vez más satisfactorio el hecho de poder contar e ilustrar temas variados, con mucho humor y cada vez con más profundidad, probablemente a eso se debe el “éxito” de esta autora que encuentra su público tanto en este continente como en el viejo mundo, escribiendo a corazón abierto a mujeres siempre únicas y diferentes pero a las que les pasan las mismas cosas.
Se podrían definir de muchas formas el trabajo de Maitena, desde lo contestatario a lo vanguardista, tanto por sus trazos característicos y textos mordaces, sin embargo lo que mejor la refleja es la honestidad que encuentra en sus personajes, más aun tomando en cuenta que muchas de sus tiras se publican en diarios que reflejan lo dramático de la realidad, y la suya es una ventana mas bien hacia el interior, para provocarnos con su estilo desenfadado el hecho de mirarnos en un espejo y esbozar una sonrisa y también una autocrítica.

“Las mujeres no son todas iguales pero les pasan las mismas cosas”, existe una importancia fundamental en el trabajo de Maitena en el sentido de poder proyectar, en palabras de la autora. “Su pequeña aldea de mujer y su pequeño mundo femenino, rodeada de lo que conoce y de lo que le pasa.” Es a partir de esta honestidad pero por sobre todo, desde el planteamiento de reflejar su cotidiano que encontró la forma de conectarse con sus lectores alrededor del mundo, dejándonos como legado un hecho fundamental, que si somos capaces de mirar a nuestro alrededor encontraremos que siempre existe algo que contar.
A medida que se desarrolla Maitena, va encontrando temáticas en las que quiere ahondar, la serie de “Mujeres Alteradas”, “Superadas” y “Curvas peligrosas”, tienen que ver con eso, trascienden con mucho la obligación de hacer el “trabajo” asalariado cotidiano, que por tener un carácter de obligatoriedad, no siempre producen “tanta” satisfacción, como lograr algo que salga más de adentro, algo que te haga pensar, que es al fin y al cabo la finalidad del arte.

En otro tiempo seria impensado, imaginarse una tira cómica como la de Maitena que trasciende el facilismo del humor feminista, llegando a la autocrítica dura, para alcanzar a la masa de la sociedad mostrándonos como en un espejo de la vida cotidiana, virtudes olvidadas y defectos solapados. El amor, la soledad, la vida y la muerte, a partir de un punto de vista muy original y femenino, son las herramientas que usa esta artista para trascender en su época, caminando y creando sendas que estaría bueno aprender a recorrer, buscando a la vez crear nuevas sendas por nuestra cuenta.

Lo más interesante, es que Maitena cree no ser victima de la autocensura, cuando ésta en realidad actúa agazapada, de manera invisible y definitivamente es imposible huir de ella. Sus personajes, al ser extraídos de la realidad misma, son representaciones de lo que para la sociedad son las mujeres, son presos del estilo de vida. En el caso de la tira elegida, cada mujer es vista de cierta manera según con el hombre que salga, eso es una especie de rotulo social.
La clave al parecer esta en poder mostrar nuestras ideas y puntos de vista claramente, puesto que la censura, provenga de donde provenga, esta siempre presente y lo estará mientras existan intereses creados, disputas de poder y desigualdad social, lo importante radica en tomar conciencia de la coyuntura que nos rodea, aprovechar los espacios de expresión, mirar la realidad y ser honestos con el día a día, sin destruirnos en el intento.

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